Pasar tiempo al aire libre es fundamental para el desarrollo físico y emocional de los niños. Jugar en la naturaleza, correr, explorar o simplemente disfrutar del sol contribuye al fortalecimiento de su sistema inmunitario, mejora su estado de ánimo y favorece la socialización. Sin embargo, para que estas actividades se realicen de forma segura, es importante tomar ciertas precauciones que garanticen su bienestar. Desde Farmacia Guerra queremos compartir una serie de consejos útiles para cuidar la salud de los más pequeños cuando disfrutan del exterior.
1. Protección solar durante todo el año
Aunque la exposición solar tiene múltiples beneficios, como la síntesis de vitamina D, también conlleva riesgos si no se toman medidas adecuadas. Es esencial proteger la piel de los niños con productos específicos para su edad y tipo de piel, incluso en días nublados o durante el invierno. Además, conviene evitar la exposición directa al sol en las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 16:00) y complementar la protección con ropa adecuada, gorras o sombreros y gafas de sol homologadas.
2. Hidratación constante
Durante el juego al aire libre, los niños pueden olvidarse de beber agua, lo que aumenta el riesgo de deshidratación, especialmente en días calurosos. Es importante animarles a beber líquidos de forma regular, incluso aunque no tengan sed. Llevar siempre una botella de agua cuando se sale de casa es una costumbre sencilla pero eficaz para mantener una buena hidratación.
3. Vestimenta adecuada según la actividad y el clima
La elección de la ropa es clave para la comodidad y protección de los niños. En verano, se recomienda optar por tejidos ligeros, transpirables y de colores claros. En invierno, es preferible vestirles por capas para regular mejor la temperatura corporal. Además, si la actividad implica contacto con la naturaleza (como excursiones o juegos en el campo), conviene llevar ropa que proteja brazos y piernas para evitar picaduras, arañazos o reacciones alérgicas por contacto con plantas.
4. Prevención de picaduras y alergias
Los insectos, especialmente en primavera y verano, pueden ser molestos e incluso causar reacciones adversas en algunos niños. Es importante protegerles con medidas preventivas adecuadas, como evitar zonas con agua estancada y revisar bien la piel y la ropa tras la actividad al aire libre. En caso de antecedentes de alergias, es aconsejable consultar con el profesional sanitario de confianza para tomar precauciones adicionales.
5. Supervisión constante y educación en seguridad
Aunque el aire libre fomenta la autonomía, los niños deben estar siempre bajo la supervisión de un adulto, especialmente en espacios abiertos como parques, ríos o montes. Enseñarles normas básicas de seguridad, como no alejarse del grupo o identificar posibles peligros naturales, les ayuda a disfrutar con mayor seguridad y conciencia del entorno.
6. Higiene después del juego
Tras regresar a casa, una buena higiene es fundamental para eliminar restos de suciedad, sudor o posibles alérgenos. Un baño o ducha, el cambio de ropa y una correcta hidratación de la piel ayudan a prevenir infecciones y molestias cutáneas, además de favorecer una sensación de bienestar y descanso.
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